La penal es, en la opinión, la Administración de Justicia porantonomasia. El nombre sugiere una tensión positiva hacia larealización de este noble principio moral, hoy nuclear del estadoconstitucional. Pero en nuestras sociedades, tan desiguales, la laborde esa instancia acusa intensamente la presión del estado de cosas,dirigida en exclusiva a su mantenimiento. Y tal es lo que, confrecuencia, hace del aparato judicial un factor objetivamentefuncional a la conservación del statu quo en sus constantes e,incluso, un eficaz dispositivo multiplicador y de refuerzo de laexclusión social.