Hugo Forno escribe a trozos, tal como la vida misma, por momentos.Así, cada uno de los 65 cuentos que componen JÍBARO, su segundolibro publicado, nos muestra una realidad completísima en apenasalgunas decenas de palabras. Èsa es su mayor virtud: generar mundosenteros mediante fragmentos y llevarnos a lo más profundo delpensamiento de una niña inocente, de las obsesiones de un pescadordeportivo, de los dolores de una nana peruana, de la desgracia de unpadre a punto de morir, todo del modo más raudo posible.
Hugo Forno escribe a trozos, tal como la vida misma, por momentos.Así, cada uno de los 65 cuentos que componen JÍBARO, su segundolibro publicado, nos muestra una realidad completísima en apenasalgunas decenas de palabras. Èsa es su mayor virtud: generar mundosenteros mediante fragmentos y llevarnos a lo más profundo delpensamiento de una niña inocente, de las obsesiones de un pescadordeportivo, de los dolores de una nana peruana, de la desgracia de unpadre a punto de morir, todo del modo más raudo posible.