Sería difícil encontrar un jugador más mediático y compulsivo queJames ?la Barba? Harden. Fue el pequeño que no hacía ruido en lasterribles calles de Compton, el chico del que dudaron incluso quepudiera jugar en el equipo del instituto de Artesia, el joven quequiso trascender en la NCAA y el mejor sexto hombre de la NBA. Peronunca una estrella. Nadie lo creía. Solo Harden. Y con eso fuesuficiente. Esta es su historia.