Son los años previos a la Primera Guerra Mundial, en la época en queel sueño colonial inunda el Imperio alemán. Para hacer realidad susanhelos, August Engelhardt se embarca en un buque de vapor rumbo aNueva Guinea, para instalarse finalmente en la pequeña isla deKabakon.
Engelhardt se adentra en la selva persiguiendo su visión: una perfecta encarnación de las fantasías imperialistas. Su proyecto deliranteatraerá adeptos que se unirán a él para engrosar las filas de la secta que ha creado. Su plan, sin embargo, está destinado a fracasarpenosamente.