«El amo del mar es el amo de todo».CicerónLa tradición afirma que el poder de Roma se sustentabaprincipalmente en sus legiones, que sus ciudadanos temían al mar y que estos solo abandonaban su tierra cuando no quedaba alternativa. Nadamás lejos de la realidad. Roma fue también un gran imperio marítimo, y lo demostró imponiéndose a todos sus enemigos hasta dominar los mares y cursos fluviales.Su prosperidad se cimentó en buena parte en suhegemonía militar en los mares durante siglos, donde lucharon contracartagineses, egipcios, seléucidas o macedonios entre otros. Tampocohabría perdurado sin el desarrollo del comercio marítimo, que proveíaeficientemente a todos sus territorios de recursos primordiales parasu mantenimiento y expansión.Arturo S. Sanz recoge magistralmente lahistoria marítima de Roma en todos sus escenarios, abordando sutrayectoria desde múltiples ámbitos, para acercar al lector una nuevaforma de conocer y, sobre todo, comprender, la historia de uno de losmás grandes imperios que el mundo ha visto.