Pocos autores parecerían más ajenos al pensamiento utópico que elMarqués de Sade. Sin embargo, dentro de su ?novela filosófica? Aline y Valcour encontramos la descripción de la próspera sociedad de la isla de Tamoe, gobernada por el sabio Zamé, donde reina la igualdad y lavirtud, de la que se ha extirpado el dogma religioso y en donde lasleyes se han reducido a su mínima expresión.
La reflexión acerca de la utopía y la distopía ?su evoluciónhistórica, sus declinaciones contemporáneas y potencialidad futura?excede los ámbitos historiográficos o académicos. Constituye unesfuerzo esencial de recuperación de un elenco de materialesconceptuales cruciales para realizar un diagnóstico del presente.