Es difícil, para un perro pastor alemán que vive al servicio de ungrupo humano, no añorar la libertad que conoció como cachorro. Y sobre todo no sentir nostalgia por todo lo que perdió en sus vivencias conlos mapuches, los indios de la Araucanía en Chile. Y es que nuestroperro se cayó en la nieve y, rescatado por un jaguar, fue a dar en unpoblado mapuche. Allí creció con su compañero Aukamañ, el niño indioque era como un hermano para él, y allí aprendió a respetar a lanaturaleza y a todas sus criaturas. Sin embargo, ahora debe obedecerlas órdenes de aquellos para los que trabaja y dar caza a un fugitivomisterioso, escondido más allá del río. ¿Adónde nos llevará la caza?El destino está escrito en su propio nombre, Leal, y le llevará a unasituación que pondrá a prueba, pasado tanto tiempo, su fidelidad aviejos lazos de afecto.