Obra en la que el genio de William Shakespeare (1564-1616) brilla conespecial fuerza, la tragedia de Hamlet traza el admirable retrato deun legendario príncipe de Dinamarca soñador y contemplativo, sumido en dudas e irresoluciones, que, obligado a esclarecer los motivos quellevaron a la muerte de su padre, sucumbe ante la fatalidad de lascircunstancias. Poblada, como señala en su prólogo Vicente MolinaFoix, por una abundante y compleja galería de personajes secundarios,la obra ha gozado de una constante vigencia a lo largo del tiempo, que ha hecho que se incorporen al lenguaje común numerosas expresiones de la obra («ser o no ser», «palabras, palabras, palabras», «lo demás es silencio») que han llegado a hacerse emblemáticas. La ambigüedad, laambivalencia y la desorientación del protagonista lo aproximannotablemente, por otro lado, a a la sensibilidad de nuestra época.
Obra en la que el genio de William Shakespeare (1564-1616) brilla conespecial fuerza, la tragedia de Hamlet traza el admirable retrato deun legendario príncipe de Dinamarca soñador y contemplativo, sumido en dudas e irresoluciones, que, obligado a esclarecer los motivos quellevaron a la muerte de su padre, sucumbe ante la fatalidad de lascircunstancias. Poblada, como señala en su prólogo Vicente MolinaFoix, por una abundante y compleja galería de personajes secundarios,la obra ha gozado de una constante vigencia a lo largo del tiempo, que ha hecho que se incorporen al lenguaje común numerosas expresiones de la obra («ser o no ser», «palabras, palabras, palabras», «lo demás es silencio») que han llegado a hacerse emblemáticas. La ambigüedad, laambivalencia y la desorientación del protagonista lo aproximannotablemente, por otro lado, a a la sensibilidad de nuestra época.