El notable auge de la corriente de los grupos de encuentro se explica, según Rogers, por el «ansia de relaciones reales e íntimas» que tiene el hombre contemporáneo, su necesidad de expresar espontánea ylibremente sus emociones, de probar nuevas formas de conducta. Elgrupo de encuentro está destinado, esencialmente, a ofrecerle esaoportunidad en un clima de aceptación que facilita el ulteriorcrecimiento del individuo.