AA.VV
Durante la Edad Media, por la noche, cuando se ponía el sol, la gentese sentaba en un escaño junto al hogar y contaba historias, muchashistorias, fue la época dorada de los cuentos. Posteriormente, éstosse fueron recopilando en colecciones como Calila e Dimna, El Sendebaro Libro de los exemplos del conde Lucanor. Además, aquellos abuelosnuestros se reunían en plazas y mercados en torno a un juglar, unactor que recitaba, cantaba y dramatizaba historias de grandescaballeros. Eran historias en verso, a las que denominamos cantares de gesta. Tal es el caso del Cantar de Mio Cid. Casi todos esos cantares se perdieron pues en lugar de aquellos fragmentos (los romances) o en libros de Historia de la época (las crónicas). Así es cmo hemospodido recrear Los siete infantes de Lara y El cerco de Zamora. Mástarde nos llegaron la historias de caballeros andantes. A finales dela Edad Media «hicieron furor» en toda Europa. Sirvan como muestraéstas que te ofrecemos: Lohengrín y Lanzarote del Lago. Pareceevidente que nuestros antepasados se entregaban a la ficción de formaverdaderamente intensa, soñaban más. En todo caso, la lectura de estos relatos nos hará soñar como a nuestros viejísimos abuelos.Los cuentos medievales europeos más célebres.