Dueño de un sentido del humor poco usual, festivo, juguetón y críticoa la vez, Anthony Browne nos abre las puertas de un mundo visual sinlímites, un viaje a través de las formas penetrantes, a vecescontradictorias de la ciudad, donde la magia y el encantamientonocturno son el pasaporte al territorio de la fiesta y la imaginación.