Salvados por sus hijos, náufragos de sus padres, los protago-nistas de estos cuentos se zambullen en las profundidades de los vínculosesenciales. Las casas, el mar, el campo son encierro y escape, elespacio donde las generaciones se alimentan, sueñan, procrean. Contrazo lírico, despojado e irónico, Katya Adaui ensaya su teoría de lapaternidad: un mapa opaco en el que los seres humanos rastrean confuerza e inteligencia cómo sobrevivir a la crianza. Pudorosos ante loíntimo, apaciguados con los parecidos, enervados por lo familiar,esquivan los golpes, afrontan los abandonos y buscan cualquier pruebade ternura y felicidad para redimirlos. Porque en Geografía de laoscuridad son los hijos y las hijas quienes conocen la verdad de esedisfraz al que llamamos padre.