GROS, FREDERIC / REVEL, JUDITH
Cuando se considera el problema de la verdad, lo que de ordinario setiene en mente son consideraciones acerca de la coherencia lógica oacerca de la correspondencia entre los discursos y las cosas. ¿Sólohay eso? ¿El problema de la verdad es sencillamente el de lascondiciones formales o materiales de los enunciados? Michel Foucaultmuestra que hay algo distinto: en la raíz de nuestro cuidado por decir la verdad, encuentra una potencia ética, un empeño subjetivo, ciertocoraje.«El coraje de la verdad»: éste es el título que dio a los dos últimosaños de lecciones que pronuncia en el College de France, de 1983 a1984. Y, por este camino, en esta última prolongación de su obra,Foucault se encuentra con la vertical de sí mismo: con la vertical deuna vocación que le había arrastrado a tantos libros, a tantasintervenciones y tomas de postura públicas.El coraje de la verdad es, de ahora en adelante y sin duda, más que la audacia de la provocación o la temeridad del desacuerdo. Es lo quehace que la filosofía esté viva, en el sentido de que, para ella,desde Platón por lo menos, lo contrario de la verdad y de suexigencia, no es el error, sino la opinión cobarde.