AA.VV
Quizás sea cierto, como justifican algunos discursos y anuncianalgunas políticas, que las familias no necesitan más apoyos queaquellos que les son ¿propios? (redes familiares, vecinales,...). Larealidad muestra, sin embargo, que los itinerarios vitales de todaslas familias son siempre complejos y que los nombres propios escapan,a menudo, a la ignorancia de algunas afirmaciones. La acciónsocioeducativa que defendemos nace del saber de las familias y sucamino y resultado es una elaboración colectiva en la que tambiénparticipamos las y los profesionales de la educación social (aunque no solo). Una acción intencional y proactiva basada en el vínculoeducativo. Un vínculo que toma cuerpo en aquello que es el verdaderoresorte de su incidencia: el acompañamiento educativo. Proponemoscuatro ejemplos de acompañamiento. Todos ellos reconocen y acogenaquello que se presenta como dificultad en las familias. Acoger elsufrimiento es confiar en las familias. Y confiar implica estarpresentes como educadoras y educadores sociales.