Escrito literalmente intempestivo, la Ética de Baruj Spinoza(1632/1677) ha ejercido siempre, desde antes incluso de ser entregadaa las prensas, una fascinación en verdad obsesiva. Para mal como parabien. Las posiciones que en ella se defienden, extrañas al sentidofilosófico común de su tiempo ?y todavía del nuestro?, han suscitado a la vez el más violento rechazo y la más rendida admiración. Peroquizás no tanto una comprensión cabal de sus envites. Todo lector dela Ética ha sido, sigue siendo, el lector de una filosofía por venir.
Escrito literalmente intempestivo, la Ética de Baruj Spinoza(1632/1677) ha ejercido siempre, desde antes incluso de ser entregadaa las prensas, una fascinación en verdad obsesiva. Para mal como parabien. Las posiciones que en ella se defienden, extrañas al sentidofilosófico común de su tiempo ?y todavía del nuestro?, han suscitado a la vez el más violento rechazo y la más rendida admiración. Peroquizás no tanto una comprensión cabal de sus envites. Todo lector dela Ética ha sido, sigue siendo, el lector de una filosofía por venir.