La poesía no es rima, no es acento, no es... como decía Villaespesa,el poeta es libre de usar la rima, de prescindir de ella, para manejar el verso con plena libertad, de este modo, en este libro seencontrará un paseo por paisajes oscuros que reflejan estados del alma y emociones que no son propios, sino humanos. Si la poesía es algo,es ritmo, y conseguido de diferentes modos, en este poemario pocasveces nos encontraremos con ritmo acentual, sino con ritmo deimágenes, de metáforas, de estructura. Con dos partes esenciales, laprimera gira en torno a una tenue luz, la que simboliza la estrellapolar en medio de la noche oscura, y una segunda parte simbolizada por un carmen lleno de pesadillas que todos alguna vez habremos soñado ovivido. Un libro personal que aspira a lo universal.
