A medianoche, en algún lugar, un cuervo grazna, la pluma de un autorrasga, y un trueno retumba.
El autor desea abundar en el realismo respetable: historias sobrefrágiles mujeres en níveos camisones, ruidos misteriosos en plenanoche, y muertos que se alzan para cobrar viejas deudas. Sin embargo,se ve constantemente interrumpido por quebrantos tan cotidianos comocuervos parlantes, duelos a muerte o un siniestro mayordomo.
En el presente volumen, Shane Oakley ilustra con primor el cuentosatírico del escritor y guionista Neil Gaiman, autor superventas enlas listas de The New York Times.