¿Los lectores devotos son una especie a extinguir? ¿Vivimos en unsistema dedicado a producir libros como «máquinas traga perras delectura» con la consecuencia de que «la máquina-libro ha devorado ellenguaje literario»?Al plantearse esas cuestiones, Nuria Amat no pierde nunca de vista elhecho de que escribir es un ejercicio lento y difícil que requieretoda una vida. Pero el pesimismo que denotan las anteriores preguntasse ve atemperado porque Nuria Amat las une, en los dos escritos quecomponen este libro, Entre guerras. Escribir en tiempos confusos yEscribir y callar, a la conciencia de que los libros le hanproporcionado una suerte de bienestar que difícilmente habría podidoconseguir con otra dedicación.Acompañada de sus autores predilectos, Virginia Woolf y GeorgeSteiner, de los que también forman parte Séneca, Montaigne, Quevedo,Cervantes, Proust, Kafka, Faulkner, Borges, Beckett, García Márquez,Rulfo o Canetti, la autora hace el fundamental descubrimiento de que«escribir es jugar a hacerse el loco» y de que a las preguntas de«¿Soy libro? ¿Obra? ¿Mujer? ¿Madre? ¿Novela?» debe contestar diciendo: «Escribir es vestir con palabras el silencio del lenguaje», porque,