En la mitología romana Marte era el dios de la guerra y Venus era ladiosa de la belleza y el toreo ha estado siempre basculando entre esos dos extremos. A largo del Siglo XIX el toreo era puramente marcial,una lucha, una guerra. Luego, a partir del surgimiento de Belmonteademás del elemento marcial contiene el elemento venusiano, elelemento artístico y desde hace más o menos cuarenta años lo único que predomina es el elemento artístico. Se ha impuesto Venus sobre Marte. Esto es muy peligroso porque si el toreo abandona el riesgo, siabandona la lucha, se convierte en un ballet intrascendente. De estamanera Domingo Delgado analiza y clasifica los hitos de latauromaquia, en esta nueva y necesaria Historia del toreo.