En la cámara que acaba de instalar en su casa para vigilar a su hijade dos años, Maya Burkett ve algo que no se puede creer: es su marido, Joe, jugando con la hija de ambos. No hay ninguna duda, es él. Es lamisma persona que enterró hace muy poco, el mismo hombre al que amabay a quien dos desconocidos asesinaron delante sus ojos. Es imposibleque esté allí, ante el objetivo. El mundo de Maya vuelve a ponersepatas arriba por segunda vez en muy poco tiempo. Pero ahora el dolores sustituido por las preguntas. Alguien ha urdido un monumentalengaño. ¿Por qué ¿PUEDES CONFIAR EN QUIEN MÁS QUIERES