En unas cuarenta espléndidas instantáneas desde el punto de vistanarrativo, Karl Schl"gel agudiza nuestra percepción del mundo. ¿Quénos cuenta el plano de una ciudad estadounidense acerca del «sueñoamericano»? ¿Cómo se distinguen fronteras surgidas históricamente delas trazadas con tiralíneas sobre el mapa? Éstas son preguntas a lasque los libros tradicionales de historia no suelen dar ningunarespuesta. Schl"gel, en cambio, las encuentra. Mapas, planos,directorios, agendas, itinerarios nos hablan del espacio, del tiempo y de nuestra propia historia, por ejemplo, de los habitantes de unacalle que fueron deportados, de viajes a través de Europa, de laacción recíproca entre centro y periferia. Despiertan a la vidadetalles que el historiador pasa habitualmente por alto: highways yestaciones de metro, pavimentos de la calle y pasajes del flâneur. Yde pronto se hace claro que la historia no trata de estructurasabstractas, está siempre relacionada con lugares concretos que quieren ser buscados y vividos. Este libro nos enseña a descifrar el mundo de otro modo, liberando a la historia del gabinete erudito.