Un viaje por las interestatales 40 y 44, la vida en una pequeña ciudad del Oeste, un fin de semana musical en Menfis, y permeando todo, losfantasmas de Elvis Presley y Jack Kerouac.No es una mirada distinta a los Estados Unidos ni tampoco un viaje por el lado oscuro del país. Es, simplemente, el recuento de una ilusióny de lo que ha supuesto el país para el autor, aunque tampoco es unanarración subjetiva. Frente a las memorias y recuerdos donde elénfasis se sitúa en el escritor y las pequeñeces que le ocurren día adía, este libro busca esconder el yo para que el lector disfrute conel carácter de los americanos encarnado en la épica del viaje, elrocanrol y el cine.