Todo el mundo sabe que una de las pasiones de Emily the Strange esconstruir máquinas y artefactos de los más variado. En esta ocasión ha inventado una máquina para trasladarse en el tiempo y en el espacio.Piensa en darse un paseo por el Nueva York punk de los años 70 o verlos dinosaurios, pero un problema familiar la obligará a viajar a unaépoca bien distinta. Así, Emily llega hasta finales del siglo XVIII. Y el problema no es que se tope con un mundo que no es el suyo, sinoque se quedará atrapada en él...