Tradicionalmente, el sexo se ha visto sometido a una férrea definición universal de los roles masculinos y femeninos. Esta forma normativade concebir lo sexual ha sido desbordada por la compleja realidadhumana. Actualmente, los seres hablantes se afirman en el derecho aejercer una sexualidad no fijada por modelos presuntamente eternos.Aun así, se producen y se producirán inevitables malentendidos entrelos sexos. No hay forma de regular el goce sexual cuando se trata dela pulsión, ésta no se rige por un programa biológico, más bien, es su falla, su quiebre. No existe ratio sexual para el ser hablante.