Sobrevivir en la sociedad feudal no era nada fácil y para muchos laguerra se convertía en el único medio de vida. La categoría más ínfima que vivía a costa de las guerras era la de los vendedores denoticias, un oficio en extremo peligroso. Pero a Sebastián, unmuchacho de catorce años que vivía con su abuelo, el peligro no leatemorizaba.