Tras ganar una mano de ruleta en el Casino de Madrid, Alicia Berenguer se desmaya. Cuando vuelve en sí asegura que ha ido acompañada por unhombre al que ni siquiera es capaz de describir. Ante lo que pareceuna grave confusión mental, el médico y los enfermeros que la atienden deciden ingresarla en un hospital donde, un año después, sigueacudiendo a terapia y persistiendo en la existencia de ese hombremisterioso que la prodiga todo tipo de atenciones. ¿Es la felicidad de Alicia imaginaria? ¿Es, acaso, menos real que la infelicidad deMarta, su terapeuta, el aburrimiento de Fina, miembro del gabinete deterapia, o los sueños cumplidos de Manuel, su único valedor dentro del hospital? ¿No deberíamos todos aprender a ver la vida con los ojos de Alicia para convencernos de que la capacidad de transgresión no tiene fecha de caducidad y de que nunca es tarde para recuperar nuestrolugar en el mundo?Una mujer a la que la psiaquitría consideratranstornada será capaz de señalarle a otra, su terapeuta, que lacapacidad de transgresión no tiene fecha de caducidad.Olga Lucas(Toulouse, 1947) nació en el seno de una familia española en elexilio. Vivió temporalmente en algunos países del Este y aprendiódistintas lenguas eslavas, que luego utilizó para trabajar deintérprete, traductora y locutora de radio. De regreso a Españatrabajó de funcionaria de la Generalitat Valenciana y desarrollódistintas actividades culturales en ámbitos alternativos de Valencia.Ha publicado cuentos y poemas en diversas obras colectivas. Asimismoes autora de Poemas de andar por casa, Cuentos para ciegos, El tiempono lo cura todo, La mujer del poeta y coautora con José Luis Sampedrode Escribir es vivir y Cuarteto para un solista, y de La ciencia y lavida junto a Valentí Fuster y José Luis Sampedro. En 2010 recibió elPremio Glauka, en reconocimiento a su contribución al desarrollo de la lectura y de la cultura.