A Octavio le gusta pasar las tardes viendo a su padre trabajar. Es unlutier, construye violines, y a Octavio le parece un trabajoimportantísimo. Pero algo empieza a fallar en las manos de su padre:dejan de ser precisas y tiemblan. Está a punto de abandonar suprofesión, aunque antes de cerrar el taller le llegará un encargobastante extravagante.
A Octavio le gusta pasar las tardes viendo a su padre trabajar. Es unlutier, construye violines, y a Octavio le parece un trabajoimportantísimo. Pero algo empieza a fallar en las manos de su padre:dejan de ser precisas y tiemblan. Está a punto de abandonar suprofesión, aunque antes de cerrar el taller le llegará un encargobastante extravagante.