ALBO, PABLO / DIEZ, MIGUEL ANGEL
Todas las mañanas, el gallo de Filiberto ySacramento subía al campanario y cantaba: Osole míoà Así fue durante muchos años, tantosque parecía que siempre iba a ser de este modo.Sin embargo, el gallo fue haciéndose mayor yuna noche cerró los ojosàLa muerte es un concepto difícil de comprender.El último canto aborda este tema de un modoentrañable, como proceso natural de la vida ycon todas las etapas que lo caracterizan (duelo,aceptación, recuerdoà)