En el ajedrez, el objetivo es el derrumbe del rey. En el juego chinode wei, en cambio, se busca el cerco estratégico que evita elconflicto directo. No es exagerado aplicar ese paralelismo a los modos en que los Estados Unidos y China, respectivamente, se posicionan enel conflicto de hegemonías que hoy los tiene como protagonistas, decuya resolución dependerá en buena medida el mundo que habitaremos enel siglo XXI. A pesar de la centralidad de esta disputa, Occidentepermanece tercamente aferrado a estereotipos e ideas equivocadascuando trata de interpretar las ambiciones políticas chinas. En estelibro, Osvaldo Rosales -experto en relaciones internacionales,investigador y conocedor de primera mano de los entretelones de lacultura política china- invita al lector a mirar a ese país sinprejuicios pero sin concesiones, y así entender que el "sueño chino"que orienta sus decisiones políticas y económicas desde hace al menossiete décadas representa un objetivo natural, un acto de justicia: es"la reconquista del lugar central que el país tuvo en la civilizacióny economía mundiales hasta el siglo XV".