Con esta obra, El sí de las niñas, estrenada en 1806, LeandroFernández de Moratín culmina una de las más perseguidas aspiracionesde la Ilustración: enseñar deleitando. A través de ella, la sociedadpodía beneficiarse y cambiar un uso muy extendido, el de losmatrimonios concertados de jóvenes con señores de edad avanzada, quehabían provocado no poca infelicidad y numerosas tragediasfamiliares.El sí de las niñas es la obra de mayor éxito y empuje social deMoratín y en ella, como en el resto de su producción, se ajusta conexactitud a las normas de la comedia neoclásica.