MONTERO, BEATRIZ / SALABERRIA, LEIRE
¡RIC-RIC-RIC!...Aquel ruido no cesaba, y la señora Ramonase asustó mucho.-¡Ramónà! ¡Que te despiertes!Con esta historia, los más pequeñoscomprenden que el miedo no debe paralizarlesy comprueban que comparten más cosas conlos adultos de lo que parece: el temor a lodesconocido (la noche, ruidos extrañosà) esinherente a la condición humana y, por tanto, noes algo de lo que deban avergonzarse.
¡RIC-RIC-RIC!...Aquel ruido no cesaba, y la señora Ramonase asustó mucho.-¡Ramónà! ¡Que te despiertes!Con esta historia, los más pequeñoscomprenden que el miedo no debe paralizarlesy comprueban que comparten más cosas conlos adultos de lo que parece: el temor a lodesconocido (la noche, ruidos extrañosà) esinherente a la condición humana y, por tanto, noes algo de lo que deban avergonzarse.