Erase una vez un niño llamado Martin, al que no le gustaba el cambio.En realidad, no es que no le gustara el cambio, más bien no conocía el cambio. Vivía con su familia en una casa cuadrada en medio de unacalle en la que no ocurrían cambios, con un número fijo de árboles,perros, gatos y coches. Un lugar muy agradable, pero predecible. Asíhasta que una tarde, de la nada, llegó un hombre llamado Sr. Flux enuna vieja y ruidosa camioneta.
El Sr. Flux no sólo conocía el cambio, le encantaba.
Un magnífico álbum ilustrado para todas las edades.