FONSECA, RUBEM / FONSECA , RUBEM
Para El Seminarista matar no es causa de remordimiento, pero tampocode placer. Matar es su trabajo y lepermite dedicarse a lo que ama realmente: los libros, las películas ylas mujeres. Cumple los encargos del Empresariocon suma escrupulosidad y perfección. No quiere saber quién es lapersona a la que tiene que matar, ni siquiera lee losperiódicos al día siguiente. Sin embargo, cuando ha decidido que ya es hora de abandonar su profesión, descubre que noes tan inmune como creía a los efectos de su trabajo y de susaficiones, y tiene que enfrentarse a los fantasmas de unpasado que creía haber superado.