Este volumen viene a ser la armadura inevitablemente incompleta delque iba a ser el cuarto libro de relatos de Roberto Bolaño. Las piezas y esbozos narrativos aquí reunidos tienen por base un archivo detexto muy tardío, en el que Bolaño trabajó hasta poco antes de sumuerte. El título que engloba el conjunto es el mismo que el de uncuento que comienza así: «Este cuento es muy simple aunque hubierapodido ser muy complicado. También: es un cuento inconcluso, porqueeste tipo de historias no tienen un final.» Palabras que ilustran elcarácter que comparten todas estas piezas, acerca de las cualesescribe Ignacio Echevarría, responsable de la edición: «Es toda sunarrativa, y no sólo El secreto del mal, la que parece regida por unapoética de la inconclusión.» Como ya ocurría en Putas asesinas y en El gaucho insufrible, de nuevo se entremezclan aquí, junto a relatospropiamente dichos, textos de naturaleza no narrativa, conforme a lacada vez más acusada tendencia de Bolaño a confundir las fronterasgenéricas con el propósito de fecundarlas.