Hace ya tiempo que Emmanuel Carrère ha acostumbrado a sus lectores aesperar de él lo inesperado, y en esta obra monumental, casi diríamosépica y sin duda radical, aborda nada menos que la fe y los orígenesdel cristianismo. En sus páginas se entrecruzan dos tramas, dostiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la fe en un momentode crisis personal marcado por una compleja relación amorosa y elabuso del alcohol, y la historia de Pablo el Converso y de Lucas elEvangelista. Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación místicay pasa de lapidador de cristianos a propagador de la nueva fe quetransmuta todos los valores. Y Lucas que escribe la vida de Jesús y apartir del cual nos adentramos en los evangelios primigenios, tandiferentes al Apocalipsis de fuegos artificiales de Juan. En estas dos historias entrecruzadas sobre la fe se suceden abundantes personajes, episodios y reflexiones: la serie televisiva sobre muertos queresucitan en la que participa Carrère como guionista, la canguro exhippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviquescon los que compara a los primeros cristianos, webs porno, visioneseruditas sobre las fuentes originales del cristianismo, ladesaparición ?¿resurrección?? del cadáver de Jesús... Lo que a Carrère le interesa del cristianismo es su mensaje de transgresión de loestablecido y la desmesura de la fe. Y este libro provocador ydeslumbrante es una indagación rabiosamente contemporánea sobre elcristianismo que nos habla de la perplejidad, el dogma, la duda, laredención y la construcción de una fe con mensajes rupturistas yextraños rituales.