Trondheim y Parme, la misma pareja creativa de la brillante Venezia,proponen este ¡Vaya cara tiene Adalberto!, primer tomo de la saga Elrey catástrofe. Está protagonizado por un niño que, con apenas unadécada a sus espaldas y levantar poco más de un palmo del suelo,dirige su reino de Porto Cristo -al menos, lo intenta-, con una raraarrogancia: y es que Adalberto se aburre soberanamente sobre su trono. Así que para matar el tiempo da rienda suelta a sus caprichos, taninútiles como rocambolescos.