Esta novela que comienza en la Gran Plaza de El Cairo a principios del siglo XX y que cuenta una doble historia de amor señala en la obra de Amin Maalouf la incorporación a su obra de un nuevo elemento dereflexión, como es la preocupación por la ´falla horizontal´ quedivide el mundo en un Norte de población estable, cada vez másenriquecida, y un Sur de población creciente que se empobreceprogresivamente. Si bien acaba confiando en ´la feminidad del mundo´ y en la inagotable capacidad de supervivencia que caracteriza al serhumano, ´El primer siglo después de Béatrice´, pese a su belleza, deja adivinar ya la inquietud del autor por el proceso que posteriormenteha tratado en sus ensayos ´Identidades asesinas´ y, sobre todo, ´Eldesajuste del mundo´, publicados en esta misma colección.