¿,Podrí,a existir una ciencia perdida que nos ayudara atrascender las profé,ticas visiones de guerra, enfermedad y de las mayores tragedias a las que jamá,s haya hecho frente lahumanidad? ¿,Es posible que en algú,n lugar remoto de nuestramemoria sucediera algo que hubiera producido un vací,o en nuestroconocimiento sobre la manera de relacionarnos con el mundo y entrenosotros? Textos con dos mil quinientos añ,os de antigü,edad,así, como la ciencia moderna, sugieren que la respuesta a estaspreguntas es afirmativa. Ademá,s, a travé,s de un lenguaje que só,lo estamos empezando a comprender, se nos recuerdan dospotentes tecnologí,as que nos permiten determinar lacondició,n de nuestros cuerpos y el futuro de nuestro mundo. Laprimera es la ciencia de la profecí,a, que ofrece una brevevisió,n de las consecuencias futuras de las elecciones personalesy globales que realicemos en el presente. La segunda es latecnologí,a de una forma perdida de oració,n, que nospermitirá, elegir en qué, futura profecí,a queremosvivir.