El país que no es sugiere a la vez un lugar y su negación. Unno-lugar, especie de utopía, que se opone al lugar común en el que sereconocen apresuradamente quienes prefieren ver el dedo antes que elsol? Pero también, en otro sentido, este no-lugar constituye, ya seaen el espacio de la imaginación o en el transcurso de la lectura, unlugar de encuentro nue