Rebelde y polémico, apasionado revolucionario, sin miedo ni tapujos,Pasolini destaca en el siglo xx europeo por su conciencia crítica yuna aguda inteligencia lírica. Pensador contra el mundo burgués que le tocó en suerte (enfrentado tanto al Partido Comunista Italiano ?alque nunca renunció? como a la ortodoxia gris del universo católicoitaliano de posguerra), su figura se alza, majestuosa, igual que estelibro de viajes, en un mundo ?el actual? presidido por laindiferencia.
La lectura de El olor de la India debería servir como invitación aacercarse, de nuevo, a la obra de este cattivo maestro, para disfrutar con sus películas, para sumergirse en su poesía. Es, además, por símismo un libro fascinante. En él, la indagación antropológica y éticaconvive con la pasión por lo desconocido: por un lado, la belleza delos templos de Benarés, las noches de Bombay, las orillas del Ganges,todo el encanto de una tierra ajena e incomprensible, por el otro, elhorror de la existencia que allí se lleva, y que para Pasolini «tienelos caracteres de la insoportabilidad».