La verdadera historia de Rudi Vrba, el primer judío que escapó deAuschwitz y trató de advertir al mundo de las atrocidades nazis.En abril de 1944, Rudolf Vrba se convirtió en el primer judío enescapar de Auschwitz. Contra todo pronóstico, tras esquivar por pocolas balas alemanas, él y su compañero de fuga escalaron montañas ycruzaron ríos para alcanzar la libertad. Vrba quería advertir a losúltimos judíos de Europa del destino que les esperaba al final de lavía férrea. Brillante estudiante de ciencias y matemáticas, memorizócada uno de los detalles de la maquinaria nazi y lo arriesgó todo para recopilar los primeros datos de la Solución Final. Tras su huida,sacó de contrabando el primer relato completo de cuanto acontecía enlos campos de exterminio, un informe detallado que finalmente llegaría a manos de Franklin Roosevelt, Winston Churchill y el papa, y queacabaría salvando miles de vidas judías. El maestro de la fuga es lahistoria de un hombre que merece ocupar su lugar en la historia juntoa Ana Frank, Oskar Schindler y Primo Levi, protagonistas todos ellosdel capítulo más oscuro de nuestro pasado reciente.«Un clásico inmediato de la literatura sobre el Holocausto.Magníficamente investigado y escrito, se trata de una historiaapasionante y profundamente conmovedora. No podía dejar de leerlo.»Antony Beevor«Un libro brillante y desgarrador, con lecciones universales yoportunas sobre el poder de la información y de la desinformación.»Yuval Noah Harari«Una lectura inspiradora, cautivadora y emocionante. Freedland ha dado a Rudolf Vrba el lugar que le corresponde en la historia, y en elproceso ha escrito un libro que no se puede dejar de leer.» SimonSebag Montefiore«El maestro de la fuga es un clásico moderno de la literatura de laatrocidad más absoluta.» Simon Schama«Maravilloso... Es original, meticuloso y totalmente irresistible.»Philippe Sands«Un libro extraordinario. En algunos momentos apenas podía respirar.Es un homenaje a su extraordinario héroe, y una historia muyimportante y necesaria de leer... No puedo elogiarlo lo suficiente.»Philip Pullman