Desde niño, el hombre empieza a saber que el cuarto de baño es ellugar de uno mismo, un lugar disputado y sometido a sospecha en el que ha comenzado a encontrar, como en ningún otro, espacio y tiempo parasí y para sus asuntos.
Bajo el sugerente título de ´El lugar de uno mismo´, el escritor,periodista, crítico de cine y guionista Manuel Hidalgo propone unaoriginal exploración del cuarto de baño desde el punto de vistacultural, histórico, sociológico y de las vivencias personales. Untexto brillante y sorprendente, lleno de sentido del humor y desabiduría, ligero y culto a la vez, que se lee como una novela y quehará las delicias de todo tipo de lectores. Con ilustracionesoriginales de Daniel Hidalgo.
´El cuarto de baño es la síntesis, la reducción de nuestra pequeñaparcela en el mundo. (...) En estas páginas hemos visto que lainfancia, la madurez y la vejez se condensan y se manifiestan encírculos concéntricos, tangentes y convergentes en el cuarto de baño,lugar del cuerpo y del alma, de la soledad buscada y de la compañíaadmitida, de las emociones y de las reflexiones, del amor, del sexo yde la disputa, de la salud y de la enfermedad, de la ternura y de laviolencia, de la rutina y del accidente, de la realidad y de laensoñación, de la desnudez y del disfraz, de lo limpio y de lo sucio,de lo líquido y de lo sólido, de la superficie y de las profundidades, de la inteligencia y de los sentidos, de las palabras de lasimágenes. De la vida y de la muerte´.