En Edo, capital del Japón feudal, el buen funcionamiento de las nuevetorres está getionado por un vigilante llamado Tsuji Genshichi. Estalucrativa posición proporciona beneficiones especiales. El actualvigilante, mayor, debe encontrar un sucesor. No es posible hacer unaelección entre los tres candidatos para reemplazarlo, así que sedesarrolla un plan ingenioso e implacable.