Lucía y Bruno se internan en una vieja casa deshabitada: la casa delos ojos. A lo largo de sus pasillos laberínticos alguien ha escritopalabras y números sobre la pared. Descubrirán que realmente lasletras son números romanos y tras ellos se esconde un mensajesecreto.En esta aventura, Lucía resuelve divertidos retos matemáticos y conoce a enigmáticos personajes. Entre ellos, un perro que sabe leer y unabruja con una bola de cristal mágica.Desde que Rafael Ortega de laCruz empezó a ir al colegio, sintió fascinación por el mundo queencerraban los libros. Pareció entender que casi toda la realidadquedaba atrapada en los libros de historia, matemáticas, lenguaje,geografía, idiomas... Por eso le costó mucho especializarse en elbachillerato. Y se especializó en ciencias puras, acto que le llevó aestudiar por su cuenta historia, idiomas, geografía... La gente que le conoce bien, dicen de Rafael que es un hombre del Renacimiento, porel gusto que manifiesta en tantas disciplinas diferentes. Al terminarel bachillerato decide viajar por Europa: Alemania e Inglaterra,principalmente, siguiendo la máxima anglosajona de viajar por el mundo antes de elegir unos estudios. A su regreso decide estudiarmagisterio en la Universidad Complutense de Madrid y una beca Erasmusle lleva a terminar su carrera en Lund (Suecia).Ejerce de maestro en diferentes lugares de España y Europa, y decidetrasmitir parte de sus conocimientos a través de la literatura.La mayoría de los lugares y personajes de sus libros son tomados de la realidad.Le encanta escribir, viajar, ver nevar, bañarse en la playa, estar con sus amigos y familia, conocer nuevos amigos, estar solo y pensar enun nuevo libro...
Lucía y Bruno se internan en una vieja casa deshabitada: la casa delos ojos. A lo largo de sus pasillos laberínticos alguien ha escritopalabras y números sobre la pared. Descubrirán que realmente lasletras son números romanos y tras ellos se esconde un mensajesecreto.En esta aventura, Lucía resuelve divertidos retos matemáticos y conoce a enigmáticos personajes. Entre ellos, un perro que sabe leer y unabruja con una bola de cristal mágica.Desde que Rafael Ortega de laCruz empezó a ir al colegio, sintió fascinación por el mundo queencerraban los libros. Pareció entender que casi toda la realidadquedaba atrapada en los libros de historia, matemáticas, lenguaje,geografía, idiomas... Por eso le costó mucho especializarse en elbachillerato. Y se especializó en ciencias puras, acto que le llevó aestudiar por su cuenta historia, idiomas, geografía... La gente que le conoce bien, dicen de Rafael que es un hombre del Renacimiento, porel gusto que manifiesta en tantas disciplinas diferentes. Al terminarel bachillerato decide viajar por Europa: Alemania e Inglaterra,principalmente, siguiendo la máxima anglosajona de viajar por el mundo antes de elegir unos estudios. A su regreso decide estudiarmagisterio en la Universidad Complutense de Madrid y una beca Erasmusle lleva a terminar su carrera en Lund (Suecia).Ejerce de maestro en diferentes lugares de España y Europa, y decidetrasmitir parte de sus conocimientos a través de la literatura.La mayoría de los lugares y personajes de sus libros son tomados de la realidad.Le encanta escribir, viajar, ver nevar, bañarse en la playa, estar con sus amigos y familia, conocer nuevos amigos, estar solo y pensar enun nuevo libro...