Bastaron treinta y cuatro años desde la muerte de Marx para que sefundara el primer Estado socialista, y al pasar otros treinta y cuatro el mundo comunista ya se extendía desde Beijing a Berlín. Si a elloañadiésemos el crecimiento del socialismo no comunista como fuerza degobierno en otras partes del mundo, veríamos que a un siglo de lapublicación de El capital,la expansión fue tan espectacular como suposterior declive.