Johann Wolfgang von Goethe recupera, en la tragedia Fausto, a uno delos personajes más extraordinarios de la literatura universal, pararepresentar, a través de la reactualización simbólica de su relatomítico, el itinerario psicológico y espiritual de su protagonista. Eneste sentido, la obra alcanza con Goethe un cariz filosófico yhumanista sin precedentes, que nos permite, aún hoy, afrontar sulectura desde una perspectiva íntima y reflexiva. Sin embargo, laenorme riqueza de sus símbolos y alegorías hace que su interpretaciónse torne a menudo difícil y compleja. Por esta razón, un análisis como el que presentamos, centrado de manera específica en su contenidosimbólico y filosófico, puede ayudar a todo aquel que pretendaacercarse a Fausto con el firme ánimo de encontrarse a sí mismo.Porque, desde este prisma, la obra se muestra ante nosotros como elrelato de nuestra propia existencia, una aventura analítica no exentade peligros que, en su desarrollo, entraña una vivencia real, personal e intransferible