En el tránsito del siglo xix al xx, cuando las potencias europeas serepartían África, el reyáLeopoldo II de Bélgicaállevó a cabo un brutal saqueo del territorio que rodeaba el río Congo. Aunque acabóreduciendo en diez millones de personas la población de la zona,consiguió cultivar con astucia su fama de persona muy humanitaria. Elfantasma del rey Leopoldo, relato de una riqueza mucho mayor de lo que cualquier novelista podría inventar, es la descripción horripilantede un megalomaníaco de proporciones monstruosas. Y es también elretrato conmovedor de quienes desafiaron a Leopoldo: los dirigentesrebeldes africanos que lucharon a la desesperada y un puñado devalientes misioneros, viajeros y jóvenes idealistas que fueron aÁfrica en busca de trabajo o aventura pero acabaron siendoinesperadamente testigos de un holocausto y participantes en el primer movimiento del siglo xx a favor de los derechos humanos.