Inmersos en una crisis económica de consecuencias aún inciertas, elEstado de las autonomías constituye la evidencia palpable de unagestión económica ruinosa que, para muchos, pone en entredicho supropia existencia. Treinta años después de su puesta en marcha, elexperimento autonómico se cuestiona hoy con vehemencia creciente,hasta el punto de ser considerado por muchos como un proyecto fallidoque urge replantearse. Consecuencia del afán descentralizador de laTransición, el Estado de las autonomías ha generado diecisieteentidades territoriales que exigen el reconocimiento de lo queconsideran sus rasgos diferenciales en el ámbito cultural, histórico o antropológico. Por otra parte, la existencia de nacionalidadeshistóricas ha constituido, desde el inicio del proceso, una amenazapara el principio de igualdad que ha de asistir a todos los españoles. Argumentos de vent