FORTEA, CARLOS / FORTEA GIL, CARLOS
La primera vez que llegó hasta mí el nombre del Comendador de lasSombras fue a través de una cita bibliográfica. Yo tenía entoncesveintitrés años, un modesto puesto en la Universidad y, sobre todo, aSilvia. Me interesaban los documentos que manejaba en aras de mitrabajo ?una tesis doctoral sobre rastros documentales de las órdenesmilitares?, pero mucho más los ojos y los labios y las palabras de micompañera. Lo que no imaginaba era que, persiguiendo aquella pista que me remontaba a un lejano pasado medieval, casi como jugando a ser undetective de la Historia, mi mundo real y contemporáneo se iba a vertan afectado?