Doce relatos componen este volumen con el que el divertido yparadójico Gilbert Keith Chesterton dio a conocer al Padre Brown. Este cura católico, de aspecto insignificante y candoroso, tiene uncerebro privilegiado y una intuición singular para leer en losrecovecos del corazón humano. Pero su bondad natural le impide juzgary condenar: descubre el delito, pero intenta «salvar» al delincuente.Un libro rebosante de ingenio, de un autor cuya influencia ha llegadohasta Borges.